miércoles, 5 de octubre de 2011

Volar

Llegaron mis letras a ti, entraron por el mismo par de cuencas cristalinas por donde yo me hice de ti. Tu miras mis letras, bebes de ellas, te paseas entre sus senderos y veredas; te paseas por la imagen de esta geografía que se eriza al saberte cerca. Yo te miro, te leo y el vuelo comienza.

Comienza el vuelo, el andar, el sentir y el trajín de las letras que libres se saben en la infinitud de este fondo blanco. Libres se saben y libres se sienten, aquí donde las fronteras de lo real tangible no pueden operar, aquí donde los límites los pone la creatividad. Por que sienten las letras lo que siento y salen corriendo a la orilla del mar, coqueteando con la arena tibia que acaricia los pies descalzos y el agua de sal que viene y va.

Y llegan a ti mis letras con sabor a sal, con sabor a beso robado en la oscuridad, beso iluminado por un rayo tenue de luna, rayo que va dejando resquicios minúsculos, diminutos, casi imperceptibles de furtivo deseo e imbricada atracción. Y llega a ti el susurro del viento, a recorrer tu sueño, a dibujar entre las sombras tu piel, a esbozar con gota de lluvia las finas líneas de tus labios, todas y cada una de ellas, hasta guardarlas completamente en la memoria. Luego han venido ellas, mis letras, acompañadas del viento, de olas de mar, de rayos de luna, de labios que besan, de manos que acarician, de siluetas que roban el aliento al andar, de miradas luminosas, han venido todas a confesar el revuelo que en tu sueño han dejado al volar...

1 comentario:

  1. "Ahora que mis manos
    apenas logran palpar dúctilmente,
    como llegando al mar de lo ignorado,
    este suave misterio que me nace,
    túnica y aire, cálida agonía,
    en la arista más honda de la piel,
    junto a mí mismo, dentro,
    ahí donde no crece ni la noche,
    donde la voz no alcanza a pronunciar
    el nombre del misterio..."

    Alí Chumacero.
    A la orilla del silencio.

    Un abrazo...

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